Creo que os puede facilitar mucho el trabajo en la cocina, tener siempre a mano cebolla frita y salsa de tomate. Para ello es práctico hacer grandes cantidades y congelar.
El sofrito de cebolla lo podéis colocar en envases de huevos o en cubiteras y una vez congelado, trasladar las porciones a una bolsa de plástico. La cantidad de cebolla que os ha cabido en un agujero de huevo o en uno de hielo equivale a una cebolla mediana.
Sin congelar, puede conservarse hasta tres semanas guardada en un recipiente pequeño y bien tapado en la nevera.
Esto nos ayudará a tener un buen fondo de nevera!
ResponderEliminarMuchisimas gracias.
Luis